Mantenimiento básico del coche que puedes hacer tú mismo

Realizar un mantenimiento básico del coche no solo ayuda a prolongar su vida útil, sino que también mejora la seguridad en la conducción y puede suponer un importante ahorro económico. Aunque algunas tareas deben dejarse en manos de profesionales, hay muchas revisiones y cuidados que cualquier persona puede realizar por sí misma, sin necesidad de herramientas especializadas ni conocimientos avanzados de mecánica.

A continuación, repasamos algunas de las tareas de mantenimiento más importantes que puedes hacer tú mismo en casa.

Revisión y mantenimiento de los niveles

Uno de los aspectos más sencillos del mantenimiento del coche es comprobar los niveles de líquidos. Se recomienda hacer estas revisiones con el motor frío y el vehículo en una superficie plana.

  • Aceite del motor: Es fundamental para lubricar y proteger el motor. Usa la varilla de medición para comprobar el nivel y asegúrate de que está dentro del rango indicado. Si está bajo, puedes rellenarlo tú mismo siguiendo las indicaciones del fabricante.
  • Líquido refrigerante: Ayuda a mantener el motor a una temperatura adecuada. Comprueba que el nivel está entre el mínimo y el máximo y rellena si es necesario, siempre con el refrigerante adecuado.
  • Líquido de frenos: Es crucial para la seguridad. Si observas que el nivel ha bajado, podría ser señal de desgaste en las pastillas o una fuga, así que conviene estar atento.
  • Líquido limpiaparabrisas: Fácil de rellenar, especialmente importante en épocas de lluvias o polvo.

 

Comprobación de los neumáticos

  • Los neumáticos son el único punto de contacto entre el coche y la carretera, por lo que su estado es clave.

  • Presión: Revisa regularmente la presión de los neumáticos con un manómetro (disponible en muchas gasolineras). Mantener la presión adecuada mejora la seguridad, reduce el consumo de combustible y prolonga la vida útil del neumático.
  • Desgaste: Observa el dibujo del neumático. Debe tener una profundidad mínima de 1,6 mm, aunque se recomienda cambiar los neumáticos antes de llegar a ese límite. Algunos neumáticos incluyen testigos de desgaste que facilitan esta comprobación.
  • Revisión visual: Examina si hay cortes, abultamientos o desgaste irregular, lo que podría indicar problemas de alineación o suspensión.

 

Sustitución de elementos básicos

Existen componentes que puedes cambiar fácilmente sin acudir al taller.

  • Filtro del aire: Es recomendable revisarlo cada 15.000 a 20.000 km. Un filtro limpio mejora el rendimiento del motor y reduce el consumo. Sustituirlo suele ser tan sencillo como abrir una tapa y cambiarlo por uno nuevo.
  • Limpiaparabrisas: Las escobillas deben cambiarse si dejan marcas o no limpian correctamente. El cambio es rápido y no requiere herramientas.
  • Bombillas: Cambiar las luces fundidas (posición, cruce, freno...) es una tarea básica. Consulta el manual del coche para identificar el tipo de bombilla y cómo acceder a ella.

 

Limpieza interior y exterior

Mantener el coche limpio no solo es una cuestión estética, sino también de conservación.

  • Lavado exterior: Elimina suciedad, sal y residuos que pueden dañar la pintura o favorecer la corrosión. Se recomienda usar productos específicos para automóviles.
  • Aspirado y limpieza interior: Quitar el polvo y la suciedad acumulada mejora el confort y evita el deterioro de tapicerías y plásticos.
  • Limpieza de cristales: Mantener parabrisas, ventanillas y espejos limpios mejora la visibilidad y, por tanto, la seguridad.
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