Sistema de aire secundario

Conservación del valor

El sistema de aire secundario es un sistema del vehículo que no requiere mantenimiento. Sin embargo, los siguientes factores pueden provocar el ensuciamiento y la obstrucción de las válvulas de aire secundario:

• Superación de los intervalos de mantenimiento
• Condiciones de funcionamiento extremas
• Daños en la preparación de la mezcla o en el sistema de encendido
• Uso de aceites de motor y combustible de calidad inferior

El sistema de aire secundario debe funcionar perfectamente para pasar la prueba de emisiones como parte de la inspección general.

Seguridad

Los fallos en el sistema de aire secundario suelen reconocerse por una fluctuación del régimen de ralentí o un silbido durante la fase de funcionamiento en frío. Se indican mediante el encendido del testigo de control del motor. A menudo, el vehículo pasa al modo de emergencia. Para subsanar una avería en el sistema de aire secundario, acuda a un taller especializado.

Función

Para un arranque en frío fiable, el motor de gasolina requiere una "mezcla rica". significa que la mezcla de combustible y aire tiene un exceso de combustible. Esto produce grandes cantidades de monóxido de carbono e hidrocarburos sin quemar en la fase de arranque en frío. Como la regulación Lambda y el catalizador aún no han alcanzado su temperatura de funcionamiento en esta fase, estos componentes nocivos de los gases de escape pueden escapar al medio ambiente sin postratamiento.

Para evitarlo y reducir los contaminantes durante la fase de arranque en frío, se insufla aire ambiente rico en oxígeno ("aire secundario") en el colector de escape directamente detrás de las válvulas de escape con ayuda del sistema de aire secundario. De este modo, los contaminantes se oxidan ("postcombustión") y se convierten en dióxido de carbono y agua inocuos. El calor resultante también calienta el catalizador y acorta el tiempo hasta que se activa la regulación Lambda.

Protección del medio ambiente

El sistema de aire secundario es el método más importante para reducir las altas concentraciones de monóxido de carbono e hidrocarburos sin quemar durante el arranque en frío. Por lo tanto, contribuye de forma significativa a garantizar que las emisiones contaminantes sean lo más bajas posible durante esta fase y que se puedan cumplir las normas de emisiones vigentes.