El exterior del vehículo está constantemente expuesto a la suciedad. Para que vuelva a estar limpio, hay que tener en cuenta varias cosas, según el área de aplicación.
Ya sea la capota del descapotable, las llantas o las ventanillas, el vehículo está constantemente expuesto a las influencias externas y se ensucia rápidamente. Si no se mantienen adecuadamente, pueden sufrir daños. Por lo tanto, una limpieza adecuada es esencial.
Para la limpieza cuidadosa de las capotas textiles y sintéticas sólo debe utilizarse un producto de limpieza adecuado. Los productos de limpieza demasiado agresivos pueden dañar la pintura protectora.
Dependiendo de los productos de limpieza utilizados, las capotas de los vehículos descapotables también pueden limpiarse mecánicamente en el sistema de lavado con cepillos para textiles y en boxes de autoservicio. Los sistemas automáticos de cepillado no son adecuados para capotas descapotables. No debe utilizarse cera caliente para el lavado.
En principio, al limpiar la capota del descapotable deben seguirse las instrucciones de uso del fabricante.
Para la limpieza del parabrisas son adecuados los limpiadores que garantizan una visión sin rayas y eliminan rápida y completamente la suciedad y los residuos de los gases de escape tanto del parabrisas como de los faros. Dependiendo de la época del año, éstos deben tener propiedades especiales:
De primavera a otoño, es importante que los limpiadores eliminen los insectos de las superficies. En invierno, el limpiador debe contener protección forestal para eliminar la suciedad típica del invierno, como aceite, hollín y sal. Hay que procurar que evite la formación de hielo en la boquilla y la congelación del agua del limpiaparabrisas. También debe ser adecuado para las boquillas de los ventiladores.
Atención: Los productos de calidad inferior pueden provocar grietas de tensión en la pintura y las lentes de los faros.
Para limpiar a fondo los parabrisas y los faros de los coches son adecuados los limpiadores que garantizan una visión sin rayas, libre de insectos, suciedad y residuos de los tubos de escape. Pero no sólo es importante la limpieza exterior. También deben eliminarse con regularidad las manchas y los restos de nicotina del interior del parabrisas y del retrovisor.
Los limpiadores de llantas modernos eliminan a fondo y con suavidad la suciedad más incrustada y el polvo aceitoso de los frenos. Se recomiendan los limpiadores sin ácido. Los limpiadores agresivos provocarían corrosión en los tornillos de las ruedas y otras superficies metálicas. Después de pulverizar el limpiador de ruedas, lo mejor es utilizar un cepillo suave o una esponja para aflojar la suciedad más incrustada. Por último, aclare bien las ruedas.
La superficie de la llanta suele sellarse con cera dura o con un sellador de llantas especial a base de nanopartículas. De este modo, la suciedad se adhiere menos a las llantas y es más fácil de eliminar.